sábado, 19 de abril de 2008

¿Dime cómo te infuye?






¿Sujetos u objetos?



Resulta difícil pensar a veces que no somos dueños de nosotros mismos, somos sujetos u objetos, hasta cierto punto, manipulados por diversos entes que pueden estar a nuestro alrededor… Muchas veces no son visibles, se encuentran implícitos dentro de la sociedad y lo que emerge de ella…

De dónde surge esto… ¿Es posible?

Hoy día existen muchas corrientes que pueden explicar este tipo de manipulación masiva desde un punto concreto, la globalización. Decirlo resulta fácil, pero al pensar que implicaciones tiene ello nos enfrentamos a una realidad inabarcable, en la cual se tendrían que analizar paso a paso y uno a uno los factores que esta abarca, de los cuales podemos mencionar: políticos , sociales, económicos, culturales, hasta porque no decirlo religiosos; ya que la región trasciende también de los procesos globalizadores. Si no pensemos en los Testigos de Jehová, la misma iglesia Católica…

Para algunos la globalización nace con el descubrimiento del continente americano, porque Cristóbal Colón buscaba abrir nuevas fronteras comerciales, para otros la globalización inicia con la caída del Muro de Berlín y el fin del socialismo real, como esta versiones hay muchas; sin embargo, sabemos que cada una de ellas es asertiva en algunos puntos….

Pero… para nosotros desde nuestra individualidad lo que nos interesa es saber que factores negativos nos influyen de esta realidad. Al saber reconocerlos y contrarrestarlos vamos a hacer lo que muchos autores piensan que le hace falta al proceso de globalización: encausarlo, es decir evitar que siga generando una brecha de desigualdad y exclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad.




Pero… cómo nos maneja



Con el concepto de globalización surgen también otros para referirse a los individuos en si, los cuales hacen referencia a los aspectos negativos que lleva consigo para cada sujeto, uno de ellos es hombre masa, el cual hace referencia a que el modelo puede formar a su antojo al sujeto, para que cumpla con las disposiciones del mercado. A lo que pude llamarse también alienación, esto hacer referencia la impulso para crear un hombre consumista, absorbido por el mercado.

Es por ello que con constancia a través de los medios de comunicación, quienes son los principales difusores del consumismo se nos presenta una gran diversidad de productos para el consumo de bienes y servicios el cual se torna desmedido e insaciable para aquellos que poseen cierta capacidad adquisitiva.





¡Tenemos que tomar las riendas





y no dejarnos influenciar!







Tenemos que ser concientes que esto solo genera pobreza y condiciones de vida inhumanas para una gran mayoría, la cual sigue aumentado cada ves que le seguimos el juego a este sistema. Pongámonos a pensar que cada ves que compramos algo innecesario le estamos quitando la oportunidad a una persona de desayunar, almorzar o cenar, o puede ser que le quitemos la oportunidad de tomarse los medicamentos que aliviaran una enfermedad que le hace sufrir mucho, esto resulta delimitándolo sólo a un individuo que afecta cunado compramos un artículo innecesario, pero en realidad es a más que le estamos negando diversas oportunidades, o mejor dicho, le estamos negando los derechos que poseen.

1 comentarios:

P dijo...

Esto de no dejarno de influenciar, es, pues, imposible. Siempre te verás influenciado de una manera u otra. Creo que la clave está en estar pendiente de esto, conciente de esta influencia, y ser más crítico con lo que consumimos.