La temporada de la UCA cumplió con las espectativas de actores y espectadores

Resulta interesante analizar todas las actividades extracurriculares que la universidad brinda a toda la comunidad universitaria, una de ellas goza de predilección personal, es la temporada de teatro que ofrece cada ciclo el Centro Cultural Universitario, es por ello que hablo de la recién pasada temporada de teatro.

A través de todas la obras transmiten un mensaje que sirve para instruir al público en diversas áreas de la vida del ser humano. La enseñanza moral que transmiten a través de este proceso comunicativo es muy grande y la forma en que se envía al receptor o el público está acompañada de un buensistema de producción para lograr la atenció y la devida asimilación del mensaje.

La temporada de teatro universitario de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), se llevó a cado del 26 al 28 de mayo en el auditórium Ignacio Ellacuría, la puesta en escena Dos amores y un bicho, original del argentino Gustavo Ott fue presentada en los horarios de 11:30 a.m. y 5:30 p.m., la cual cumplió con las expectativas del elenco, en asegurar la asimilación de la temática y los cambios de tiempo por parte de los expectantes.

La directora de teatro universitario, Dinora Cañénguez, expresó satisfacción por la asistencia de los espectadores: “Cada vez se incrementa la presencia del público, no sólo se ha contado con la presencia de estudiantes de la universidad, hay un público externo que siempre está pendiente de las presentaciones, y es un público exigente porque conoce los trabajos anteriores y espera novedades”

El elenco de la obra se encuentra conformado por: Sergio Cortez, Gabriela Orellana, Évelyn Linares y Saraí Díaz. Ellos se mostraron complacidos por la aceptación y la asimilación de la temática de la obra; ya que, lo que le preocupaba en un primer momento era que la comprensión se podía dificultar debido a los cambios de tiempo que manejan (flash back).

“Mi miedo era que no entendieran los cambios de tiempo, pero la verdad es que la gente los ha entendido muy bien y eso me satisface bastante, ese es un elemento que ha hecho que les guste mucho la obra”, expresó Saraí Díaz, actriz.

Este fue el mayor reto que se presentó para montar la puesta en escena, tanto para los actores como para la directora de la obra; ya que, la tarea primordial era asegurar la asimilación del contenido y evitar confusiones.

“El estilo de la obra fue el mayor reto; ya que, se está narrando y haciendo la personificación, lo cual la hace diferente a la otras obras, además de ello, es el juego con los tiempos y los espacios, que pasa en segundo de un lugar a otro y de un tiempo a otro, el juego de presente y pasado”, dijó Dinora Cañénguez.


Gabriela Orellana comentó acerca de las expectativas iniciales que se poseían para la puesta en escena: “Al principio teníamos cierta dudas acerca que el público pudiera a entender el concepto de la obra, lo que queríamos comunicar nosotros, pero en general lo han tomado bastante bien, las imágenes, la escenografía y todo lo que hemos preparado”

La obra, al ser de un escritor contemporáneo, aborda temáticas actuales referentes a la sociedad, y posee como tema central: La animalidad, la cual hace referencia a los momentos que el ser humano enfrenta cuando ponen en juego sus emociones, en momentos que hacen que individuo orillan individuo a perder el control.

Karla Argueta expectante opinó acerca de la puesta en escena: “He observado un crecimiento por parte de los actores, comparando con otras presentaciones, me gustó mucho la temática porque aborda temas sociales, en este caso violencia, infidelidad, homosexualidad; siento que lograron captar todo en una puesta en escena”.